Hace unas semanas, me pidieron ayuda para hacer un regalo muy especial a una mujer que se dedica a compartir con los demás sus conocimientos y amor por la naturaleza. Pensaron que el pebble art era perfecto, ya que consigue transmitir ese gran respeto que siente esa persona por el planeta en que vivimos.

El arte con piedras conecta con nuestro origen, cuando el ser humano vivía en un constante contacto con la naturaleza, cuando jugaba con piedras, cuando dibujaba animales en las paredes de las cuevas donde habitaba. Además, cada obra es única y original, porque al igual que no existen dos personas idénticas, tampoco se encuentran en las orillas de los ríos o en las playas dos guijarros iguales. Así como no hay dos familias semejantes, cada grupo de piedras es único. Por ello, cada creación es irrepetible.

Este arte está hecho desde el corazón y cada composición trata de radiar amor por las personas, por los animales y por la Madre Tierra. Me encantaría que la destinataria de este cuadro reciba el regalo con ilusión y le ayude a recordar lo valiosa que es para este mundo. Con su trabajo está haciendo una gran labor, así que era inevitable escribir un mensaje para darle las gracias. Gracias por poner tanta pasión en enseñar a amar el medio natural. Gracias por contagiar esa sensibilidad y cariño por este planeta. En definitiva, gracias por hacer de este mundo un lugar donde merece la pena florecer.