Detrás de cada obra de pebble art, hay una historia. Hoy os presento el segundo cuadro que realicé. Fue el año pasado, exactamente el 19 de abril. Ese día cumplía años una persona muy especial y me animé a hacerle un regalo con un mensaje. 

Sin necesidad de pensar, mis manos crearon enseguida una sencilla composición para ella. La enmarqué, le saqué una foto y se la envié por WhatsApp para felicitarle por su cumpleaños. Lo que hice a continuación, no se lo esperaba. Envolví el cuadro con cariño y me aseguré de que estuviera bien protegido para aguantar el envío postal.

Con el paquetito preparado, me dirigí con mucha ilusión a la oficina de correos para enviárselo. Un par de semanas después, llegó a su destino intacto. ¡Ni os imagináis el miedo que tenía de que llegara destrozado! Inmediatamente, me llamó por teléfono pero, lamentablemente, no pude contestar a su llamada, así que me dejó un mensaje de audio. Cuando lo escuché, se me dibujó una gran sonrisa en la cara. Mi corazón se aceleró y se llenó de alegría con sus palabras. El hecho de que hubiera apreciado tanto aquel detalle creado con materiales tan humildes y que decidiera ponerlo en un lugar donde tenerlo cerca a diario me hizo sentir muy especial. Lo describió como «un regalo con alma y esencia» y me animó a continuar con el arte con piedras.

Hace unas horas he descubierto que esa pequeña creación que con tanto amor le preparé ha cobrado un nuevo sentido para ella, porque se ha dado cuenta de que le da vértigo atreverse a ser el «yo» que desea ser. Parece que es tan valiosa que le da miedo desarrollar todo su potencial. Quienes la conocemos eso ya lo sabemos. Por eso, el cuadro y el mensaje que le escribí no fueron algo casual.

Hay quienes dicen que la distancia es el olvido, pero os aseguro que, aunque nosotras vivamos a 200 kilómetros de distancia, ella siempre está en mi pensamiento. Además, es difícil de explicar, pero siento una fuerte conexión con ella. Sin duda, es una de esas personas que consideras que son un verdadero regalo. Me siento realmente agradecida por haber tenido el privilegio de conocerla. Ojalá todos tuviéramos la suerte de tener gente tan especial en nuestras vidas.