búsqueda de empleo

¿Te pasa que no llegas a todo?

RETO Búsqueda de empleo en equipo. Día 20.

Cuando trabajaba en Confidencial, tenía una carga de trabajo tremenda. Para llegar a realizar todas mis tareas en tiempo y forma, trataba de priorizar aquellas labores más importantes y urgentes. Aun así, había días que sentía que no me cundían las horas como quería.

El motivo no era la falta de planificación, sino una sobrecarga de trabajo sumada a un gran número de interrupciones y distracciones que recibía constantemente: llamadas de clientes solicitando diversas cuestiones, peticiones de compañeros que en un gran número de ocasiones podían resolver ellos mismos, el jaleo que había siempre en el departamento (que más que una oficina había días que aquello parecía un chiqui park*), emails infinitos, llamadas de los medios de comunicación para insertar publicidad cuando ya había realizado un plan de medios anual, llamadas del jefe para saber qué tal iba todo… En fin, que me entra el estrés con tan sólo recordarlo.

Por otra parte, estaba muy mal visto por los compañeros quedarme más allá de mi hora de salida, con lo que tenía que tratar de sacar al menos el trabajo más urgente y relevante sí o sí en mi jornada laboral. Los niveles de estrés eran altísimos y hacían que fuera coleccionando en mi espalda contracturas que no me dejaban dormir bien por las noches.

A estas alturas del reto de búsqueda de empleo, los participantes también tienen una gran cantidad de tareas que realizar. Mi pregunta es: ¿llegas a todo lo que quieres hacer en el día? Si la respuesta es “no”, ¿te has planteado cómo gestionas tu tiempo?

Si no trabajas con una agenda y no preparas tu rutina de búsqueda de empleo con cabeza, estás perdiendo el tiempo. Y si pierdes el tiempo, pierdes la oportunidad de conseguir el trabajo que quieres. Céntrate en trabajar en lo rentable y reorganiza bien tu agenda hoy porque vamos a comenzar a preparar la parte de las entrevistas de trabajo y vamos a necesitar dedicarles un tiempo importante.

Por último, como comentaba ayer, recuerda mantener también a raya a tus “ladrones de tiempo”, porque por muy planificado que tengas el día estos pueden destrozar toda tu agenda sin que te des cuenta.  

Mucho ánimo con todo y ¡al lío!

*chiqui park: es un parque infantil a cubierto.

Rodea tu mundo de niebla

RETO Búsqueda de empleo en equipo. Día 19.

De nuevo hemos amanecido hoy con niebla en mi localidad; pero la de hoy se muestra más espesa y persistente que la de los días pasados. Siempre me ha parecido que la niebla tiene algo místico y algo mágico. Me fascina que tan sólo me permita ver lo que tengo más cerca, más próximo y, si así de verdad lo quiero, consiga también aislarme del resto del mundo. Así logro poner el foco en el momento presente, centrarme en él y no distraerme con lo que todavía está por venir.

Hoy, en el reto de búsqueda de empleo en 30 días, pretendo que los participantes hagan precisamente eso: se centren en la búsqueda de trabajo con el método que han adquirido durante estas semanas y den el 100% manteniendo a raya cualquier distracción, especialmente a los “ladrones de tiempo”.

¿Sabías que las interrupciones son unos de los ladrones de tiempo más dañinos que existen? Según explica Alberto Pena en su publicación 7 Ladrones del Tiempo y 7 Técnicas para Combatirlos (2010), cuando alguien nos interrumpe, podemos “llegar a tardar hasta 10 minutos en recobrar completamente la concentración”. Por ello, hay que aprender a saber decir no y a transmitir el mensaje de “lo siento, pero ahora no me viene bien”.

Sin embargo, creo que somos nosotros mismos los principales responsables de la mala gestión de nuestro tiempo: ¿cuántas horas dedicamos a ver la televisión, a navegar en Internet, a pasar el rato en las redes sociales o a enviar mensajes por WhatsApp? Seguro que está en tu mano gestionar mejor los 1440 minutos que tiene el día para sacarles un mejor rendimiento. Así que enfócate en tus tareas y rodea el resto de tu mundo con niebla.

Restáurate como se restaura un mueble usado

RETO Búsqueda de empleo en equipo. Día 15.

Mi hobby por la restauración de muebles empezó una fría mañana de diciembre en la que fui a jugar a pádel.

Tras aparcar el coche, me dirigía a la sociedad deportiva cuando las vi. Allí estaban aquellas dos sillas abandonadas: una superpuesta encima de la otra. La de arriba con las patas hacia arriba. Recibían la luz de un sol tranquilo de domingo de finales de otoño que, con sus rayos, envejecía un poco más su aspecto. Me acerqué a ellas y sentí algo parecido a lástima al observarlas. Estaban hechas polvo, sucias, con golpes; pero, a pesar de todo, seguían enteras.

No sabía los años que podían tener, pero imaginaba que tendrían prácticamente los mismos años que el bloque de viviendas de al lado, el cual podía rondar fácilmente los 55 o 60 años. Probablemente, habían acompañado a los inquilinos de uno de esos pisos durante toda una vida. Una vida que podía no haber sido fácil en uno de los barrios más humildes y olvidados de la ciudad. Las marcas violentas hundidas en la madera así lo dejaban adivinar, pero eso ya no importaba. Ya habían salido de esa casa y de esa vida. Las habían dejado al lado de los cinco contenedores que ponían color verde a un pequeño y silencioso aparcamiento.

Tomé con mis manos la silla de arriba y la coloqué al lado de la otra. Ambas eran iguales. Eran sillas del tipo Thonet de madera maciza (más tarde descubrí que tenían el sello de la fábrica Mocholi), aunque desconocía de qué tipo de árbol procedía. Les eché un rápido vistazo a ambas.

No sé muy bien el porqué, pero pensé que eran bellas. Aunque no percibí su belleza por el estado en el que se encontraban, sino en su esencia. Tampoco sé por qué, pero creí que podía ocuparme de ellas, de arreglarlas y devolverles un hogar. Un hogar mejor, en el que fueran valoradas y apreciadas no sólo por su utilidad, sino también por su estética, diseño y confort. Sea como sea, me creí ambos pensamientos y me las llevé a mi coche. Abrí el maletero y las coloqué en la misma posición superpuesta en la que me las había encontrado, aunque en sentido horizontal. Entraron a la perfección en aquel espacio pequeño en el que permanecieron escondidas cinco semanas.

Durante ese período de tiempo, estuve pensando qué podía hacer con ellas, dónde las iba a arreglar y quién iba a ayudarme, porque no tenía ni la más mínima idea de cómo ponerme manos a la obra. Nunca antes había arreglado o restaurado un mueble, pero estaba decidida a hacerlo.

Aquellas semanas coincidieron con mi etapa final de contrato por sustitución en “Confidencial” (te hablé de esta empresa el 4º día del reto). Fueron días intensos llenos de emociones y decepciones, de palabras amables y comentarios sarcásticos, de estrés y momentos de relax con un café o un té, de sonrisas amigas y miradas envenenadas, de grandes esperanzas que se tornaron en una profunda desilusión. Mi etapa allí finalmente terminó con sensación de punto y final pero, al mismo tiempo, de una gran libertad y alivio. En cierto modo, me sentía como una trabajadora de usar y tirar que había quedado como las sillas que había encontrado: repudiada y dañada, pero seguía entera y hecha de un material noble.

Muchos profesionales que terminan un contrato de trabajo con la esperanza de continuar en la empresa porque han dado lo mejor de sí mismos saben a lo que me refiero. Es parecido a un despido. Por ello, quiero que sepas que, tras haber pasado por una experiencia así y no tener trabajo, no vales menos. Levántate, sacúdete el polvo y cuídate. Restáurate como se restaura un mueble usado: con tiempo, cariño y mucho mimo. Cuídate mucho para que, cuando llegue tu nueva oportunidad, brilles con tal fuerza que no puedan resistirse a contratarte.

¿Le llamo o no le llamo?

RETO Búsqueda de empleo en equipo. Día 14.

Llevabas tiempo queriendo hablar con esa persona. En las últimas semanas le has enviado mensajes, pero no has obtenido ninguna respuesta por el momento. Te mueres de ganas por saber qué piensa de ti y tienes su número de teléfono delante. ¿Qué haces?

Cuando has enviado tu currículum vitae a esa empresa que te enamora, para la que te encantaría trabajar y no has obtenido respuesta, tu actitud proactiva o tu pasotismo puede crear la diferencia. Ya te lo comenté ayer cuando te hablé de la optitud. Piensa que buscar el trabajo que de verdad quieres, ese trabajo con el que siempre has soñado, tiene un paralelismo con buscar a esa persona con la que te ilusionas y deseas compartir tu vida. ¿De verdad vas a dejar pasar la oportunidad? ¿O vas a hacer algo más para mostrar tu interés y la valía de tu candidatura?

Ayer también te mencioné que quien busca empleo es, en cierto modo, un profesional de las ventas. ¿Sabías que se pierde un buen número de oportunidades de venta al no realizar un seguimiento de las acciones y visitas realizadas? Ahora piensa que estás vendiendo tu propio perfil profesional. Deberás utilizar un método similar al que emplean los vendedores para cerrar sus ventas. Por ello, te animo a que realices seguimiento de todas las candidaturas que envías a las empresas.

No tienes nada que perder, pero sí mucho que ganar. ¡Suerte!

¿Sabías que quien es feliz tiene más posibilidades de encontrar trabajo?

RETO Búsqueda de empleo en equipo. Día 13.

Hoy quiero hablarte de los pequeños nuevos retos que nos planteamos en nuestra vida, de esas cosas que hacen que salgamos de nuestra rutina y nos hacen desarrollar nuevas cualidades y capacidades. Son esas actividades que nos hacen más felices y nos ayudan a tener mejor ánimo y autoestima. ¿Y qué tiene que ver esto con buscar empleo? ¡Mucho! ¿Acaso no crees que quien es feliz tiene una mayor probabilidad de conseguir trabajo? Por ello, es importante que, mientras busques ese nuevo reto profesional, practiques actividades ajenas a tu profesión para liberar estrés, mantener tu autoestima alta y poder irradiar alegría y felicidad. Esto te aportará mucho “brillo” y proyectarás una mejor energía cuando te encuentres en una entrevista de trabajo.

Cuando hace unos años llegó a mis manos el primer libro de Iosu Lázcoz (libro que recomiendo que leas y que lleva por título Optitud*), la frase que más me impactó fue la de que “un vendedor feliz vende más”. Piensa que quien busca empleo es, en cierto modo, un vendedor porque trata de seducir a las empresas para que se queden con “su producto” y así conseguir un contrato de trabajo. Ese vendedor en el que te conviertes cuando estás en búsqueda activa de empleo va a tener muchas más posibilidades de conseguir su objetivo cuando tiene la optitud de la que habla Lázcoz.

¿Qué características reúne la persona con optitud?

En primer lugar, imagina un futuro mejor. La situación de desempleo no va a durar para siempre, así que hay que soñar con ese trabajo que te encantaría desempeñar y que haga que tu vida sea interesante.

En segundo lugar, diseña un plan para alcanzar sus objetivos. Quien tiene mi libro como guía para buscar trabajo, cuenta con una gran ayuda para realizar ese itinerario que le llevará a la meta de ese viaje apasionante que es la búsqueda de empleo.

Por último, la persona con optitud lucha, se sobrepone y vence las adversidades. Tener optitud implica contar con la disposición a enfrentarse y superar los avatares que uno se encuentra en la vida. Estar en desempleo es una de esas situaciones. Siempre digo que la actitud que tienes ante las dificultades que te encuentras determina, en gran medida, tus éxitos o tus fracasos. Por ello, la mayor ayuda con la que puedes contar para dar con tu futuro reto profesional es tu propia actitud.

¿Y tú? ¿Qué estás haciendo para ser feliz y tener optitud?

*Optitud: esta palabra creada por Iosu Lázcoz nace de la fusión de optimismo y actitud. Cuanto más optimista y voluntariosa sea una persona, más posibilidades tendrá de ser feliz. Por lo tanto, creo que la persona que es optimista y proactiva lo tendrá mucho más fácil para conseguir un empleo. Las personas con optitud brillan y son ese tipo de personas las que buscan las compañías.

¿Qué importancia das a tu formación?

RETO Búsqueda de empleo en equipo. Día 11.

Cuando buscamos empleo, una de las actividades que propongo para mejorar el perfil profesional e incrementar así la empleabilidad es apuntarse a cursos de formación. Aunque esto parezca obvio, hay personas que se resisten a formarse y se sienten más cómodas en el rol de víctimas que no encuentran trabajo por la excusa que sea: el edadismo *, la falta de experiencia e incluso ¡¡¡la falta de formación!!! ¿Te lo puedes creer? ¡Y aun así no se plantean hacer ningún curso! Te juro que yo lo he visto con mis propios ojos.

Cuando hablo de formación, no necesariamente hablo de hacer un máster o un curso sobre un campo específico concreto. La formación es todo aquello que nos sirve para mejorar como profesionales y ser más atractivos a ojos de nuestros futuros empleadores. Por ello, pueden ser cursos relacionados directamente con nuestra profesión o aquellos que mejoren nuestras capacidades y destrezas como: idiomas, herramientas informáticas, habilidades sociales, destreza para hablar en público, negociación, comunicación, atención al cliente o resolución de conflictos.

Por otra parte, piensa que si demuestras en una entrevista de trabajo que durante el tiempo que no estuviste trabajando al menos estuviste formándote, ganarás puntos frente a otros candidatos que no han aprovechado el tiempo que han permanecido en desempleo para mejorar sus perfiles.

Por ello, mi consejo de hoy es que identifiques aquello en lo que veas que puedes desarrollarte para crecer en valor como profesional y busca la manera de fortalecerte. Seguro que hay algo en lo que puedes crecer y que te dote de una mayor valía ante un proceso de selección.

* edadismo : discriminación por razón de edad que hace que a ciertas personas les sea más complicado acceder a un empleo y que puede superarse con un buen método de búsqueda de trabajo y, sobre todo, con una gran actitud.

Lanzadas hacia la búsqueda de empleo

Esta semana, tuve la ocasión de visitar la Lanzadera de empleo de Pamplona y conocer la labor que hacen con sus participantes. La impresión que me llevé fue realmente positiva y me pareció que este tipo de iniciativas son realmente necesarias y efectivas.  (más…)

Feliz Día del Libro

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23 de abril. Como todos los años, hoy es el Día del Libro. Siempre me ha hecho una especial ilusión esta fecha, pero este año lo vivo de una forma diferente. Es la primera vez que una obra mía está en las librerías en un día tan señalado. Me ilusiona imaginar a las personas que se acerquen hoy a echar un vistazo a los libros y lo descubran. Que lo agarren entre sus manos. Que les agrade su suavidad. Que les entre curiosidad sobre cómo iniciar un viaje para encontrar empleo durante 30 días. Que lo hojeen. Que lo compren para regalarlo a un ser querido que busca ese trabajo tan deseado. Finalmente, que el libro ayude a conseguirlo. (más…)