gestión del tiempo

¿Qué es ser puntual?

RETO Búsqueda de empleo en equipo. Día 27.

Como ya sabes, las entrevistas de trabajo realmente no me han llegado a gustar nunca. Durante mucho tiempo, las entendí como un examen y un momento incómodo en el que tener que hablar de mi vida profesional y, mucho más frecuentemente de lo que me hubiera gustado, también de mi vida privada.

Trataba de cuidarme al máximo para el día de la entrevista: dormir un mínimo de 7 horas para descansar bien, cuidar mi higiene, hidratar bien mi piel (incluida la de mis manos) y lucir un aspecto natural, tanto con el maquillaje, como con el peinado. Después, me vestía eligiendo entre las mejores prendas de mi armario y salía de casa con la antelación suficiente para ser puntual. Sin embargo, no siempre llegar con la suficiente antelación me ha facilitado las cosas. Te cuento…

En una ocasión, llegué al lugar de la entrevista quince minutos antes de la hora pactada. Eran las oficinas de una empresa que se encargaba de reclutar a profesionales para las empresas de sus clientes. La puerta estaba cerrada y, a pesar de llamar al timbre, no abría nadie.

A los cinco minutos, apareció por el pasillo caminando apresuradamente el joven que tenía que entrevistarme. Me recordó al conejo del cuento de Alicia en el País de las Maravillas. Nos saludamos y mencionó lo temprano que había llegado. ¿¡Temprano!? Me pareció curioso porque tan sólo faltaban diez minutos para que el reloj marcara la hora acordada. Entendí que el concepto del tiempo es muy relativo y que no todo el mundo entiende la puntualidad igual.  

Creo que esto le causó algo de estrés y, en cierto modo, se vio después en su llegada a la oficina (donde me sorprendió que no hubiera nadie). Vamos, que si hubiera tenido que ser yo la persona que tenía que haber hecho la entrevista, al menos hubiera estado allí media hora antes para organizarme. Además, creo que ese estrés también se reflejó después en nuestro encuentro. De hecho, recuerdo aquella como una de las entrevistas con mayor carga agresiva por parte del entrevistador que he tenido jamás. Le notaba totalmente descentrado y me interrumpía de forma brusca constantemente. Me pregunto si aquella entrevista se hubiera desarrollado de forma más distendida si aquel día hubiera llegado tan sólo cinco minutos antes.

El día del cara a cara en el proceso de selección nunca sabes de qué pie va a cojear el profesional que te entreviste, así que intenta relajarte para mantener los nervios y la confianza en ti mientras dure la entrevista. Piensa que si te han llamado es porque realmente están interesados en que trabajes con ellos, así que confía en lo que vales y muestra tu seguridad en las respuestas.

Mañana continuaremos con más consejos para aplicar durante la entrevista de selección.

¡Hasta mañana!

¿Te pasa que no llegas a todo?

RETO Búsqueda de empleo en equipo. Día 20.

Cuando trabajaba en Confidencial, tenía una carga de trabajo tremenda. Para llegar a realizar todas mis tareas en tiempo y forma, trataba de priorizar aquellas labores más importantes y urgentes. Aun así, había días que sentía que no me cundían las horas como quería.

El motivo no era la falta de planificación, sino una sobrecarga de trabajo sumada a un gran número de interrupciones y distracciones que recibía constantemente: llamadas de clientes solicitando diversas cuestiones, peticiones de compañeros que en un gran número de ocasiones podían resolver ellos mismos, el jaleo que había siempre en el departamento (que más que una oficina había días que aquello parecía un chiqui park*), emails infinitos, llamadas de los medios de comunicación para insertar publicidad cuando ya había realizado un plan de medios anual, llamadas del jefe para saber qué tal iba todo… En fin, que me entra el estrés con tan sólo recordarlo.

Por otra parte, estaba muy mal visto por los compañeros quedarme más allá de mi hora de salida, con lo que tenía que tratar de sacar al menos el trabajo más urgente y relevante sí o sí en mi jornada laboral. Los niveles de estrés eran altísimos y hacían que fuera coleccionando en mi espalda contracturas que no me dejaban dormir bien por las noches.

A estas alturas del reto de búsqueda de empleo, los participantes también tienen una gran cantidad de tareas que realizar. Mi pregunta es: ¿llegas a todo lo que quieres hacer en el día? Si la respuesta es “no”, ¿te has planteado cómo gestionas tu tiempo?

Si no trabajas con una agenda y no preparas tu rutina de búsqueda de empleo con cabeza, estás perdiendo el tiempo. Y si pierdes el tiempo, pierdes la oportunidad de conseguir el trabajo que quieres. Céntrate en trabajar en lo rentable y reorganiza bien tu agenda hoy porque vamos a comenzar a preparar la parte de las entrevistas de trabajo y vamos a necesitar dedicarles un tiempo importante.

Por último, como comentaba ayer, recuerda mantener también a raya a tus “ladrones de tiempo”, porque por muy planificado que tengas el día estos pueden destrozar toda tu agenda sin que te des cuenta.  

Mucho ánimo con todo y ¡al lío!

*chiqui park: es un parque infantil a cubierto.

Rodea tu mundo de niebla

RETO Búsqueda de empleo en equipo. Día 19.

De nuevo hemos amanecido hoy con niebla en mi localidad; pero la de hoy se muestra más espesa y persistente que la de los días pasados. Siempre me ha parecido que la niebla tiene algo místico y algo mágico. Me fascina que tan sólo me permita ver lo que tengo más cerca, más próximo y, si así de verdad lo quiero, consiga también aislarme del resto del mundo. Así logro poner el foco en el momento presente, centrarme en él y no distraerme con lo que todavía está por venir.

Hoy, en el reto de búsqueda de empleo en 30 días, pretendo que los participantes hagan precisamente eso: se centren en la búsqueda de trabajo con el método que han adquirido durante estas semanas y den el 100% manteniendo a raya cualquier distracción, especialmente a los “ladrones de tiempo”.

¿Sabías que las interrupciones son unos de los ladrones de tiempo más dañinos que existen? Según explica Alberto Pena en su publicación 7 Ladrones del Tiempo y 7 Técnicas para Combatirlos (2010), cuando alguien nos interrumpe, podemos “llegar a tardar hasta 10 minutos en recobrar completamente la concentración”. Por ello, hay que aprender a saber decir no y a transmitir el mensaje de “lo siento, pero ahora no me viene bien”.

Sin embargo, creo que somos nosotros mismos los principales responsables de la mala gestión de nuestro tiempo: ¿cuántas horas dedicamos a ver la televisión, a navegar en Internet, a pasar el rato en las redes sociales o a enviar mensajes por WhatsApp? Seguro que está en tu mano gestionar mejor los 1440 minutos que tiene el día para sacarles un mejor rendimiento. Así que enfócate en tus tareas y rodea el resto de tu mundo con niebla.